Oscar Wilde
La decadencia de la mentira
Un comentario
Traducción de Javier Fernández de Castro
La decadencia de la mentira (1898) no es sólo uno de los diálogos de mayor alcance teórico de Oscar Wilde, sino que representa su manifiesto antinaturalista y una contribución tan notable como polémica, aún hoy, al debate sobre el valor del arte. Para Wilde, cuando se exige al arte que renuncie a la belleza—la más elevada aspiración humana—en pos de la verdad, se sacrifica una de las capacidades más extraordinarias del ser humano: la de transformar la realidad. Crear significa urdir maravillosas mentiras para convertir el mundo en un lugar digno de nuestro asombro. Y cuando el Arte consigue liberarse de las cadenas del realismo, no sólo no imita a la Naturaleza ni a la Vida, sino que se convierte en el modelo de ambas.
Colección: Cuadernos del Acantilado, 65
Tema: Ensayo
Autor: Oscar Wilde
Traductor: Javier Fernández de Castro
ISBN: 978-84-16011-28-5
Edición: 3ª
Encuadernación: Rústica cosida
Formato: 11,5 x 18 cm
Páginas: 80
La decadencia de la mentira (1898) no es sólo uno de los diálogos de mayor alcance teórico de Oscar Wilde, sino que representa su manifiesto antinaturalista y una contribución tan notable como polémica, aún hoy, al debate sobre el valor del arte. Para Wilde, cuando se exige al arte que renuncie a la belleza—la más elevada aspiración humana—en pos de la verdad, se sacrifica una de las capacidades más extraordinarias del ser humano: la de transformar la realidad. Crear significa urdir maravillosas mentiras para convertir el mundo en un lugar digno de nuestro asombro. Y cuando el Arte consigue liberarse de las cadenas del realismo, no sólo no imita a la Naturaleza ni a la Vida, sino que se convierte en el modelo de ambas.
Comentarios de la prensa
«En una época como la nuestra en qué todo depende de las ideologías, en que las novelas, políticas o sentimentales, aspiran más a la tergiversación que a la mentira y en que el Arte se quiere pasar por los fogones, parece oportuno recordar las observaciones de Wilde aunque ya no tenga que hacerles caso nadie».
Ferran Toutain, El País
«Vierte toda la inteligencia y la mordacidad que le son propias para aderezar el debate sobre la naturaleza, el arte y sus mentiras».
El Mundo
«Wilde elabora un razonamiento sobre el valor de una de sus más conocidas expresiones, aquella que afirma que “la naturaleza imita al arte”».
Francisco R. Pastoriza, La Opinión de Tenerife