Georges Simenon

El arriero de «La Providence»

(Los casos de Maigret)

Traducción de Núria Petit

En un establo cerca de las aguas del canal lateral del Marne, a la altura de Dizy, aparece el cadáver de una mujer que navegaba en el Southern Cross, un elegante yate que nadie había visto surcar antes los canales de la región. Cuando Maigret llega a la escena del crimen los principales sospechosos son los tripulantes de la embarcación, sofisticados y extravagantes: sir Lampson—el marido de la víctima—, Willy, Vladímir y la señora Negretti. Pero la aparición de un segundo cadáver flotando en las aguas del canal pondrá al comisario sobre la pista de La Providence, la gabarra de un modesto matrimonio de Bruselas y su arriero Jean, un hombre rústico y huraño. Sólo cuando Maigret descubra los secretos que albergan el Southern Cross y La Providence, entenderá por qué el cruce de sus recorridos había de resultar funesto.

Comentarios de la prensa

«Acabas una novela de Simenon y su emoción sigue obrando en tu ánimo, pervive largo tiempo, te atrapa».
John Simenon

«He sido un devorador de las novelas de Maigret durante muchos años».
Rowan Atkinson

«Todo un inquietante ejercicio de investigación de muy fino corte literario narrado con el arte propio del maestro».
Francisco Vélez Nieto, Mundiario

«George Simenon es uno de los grandes literatos europeos. Parece que por fin se le reconoce no ya su popularidad, sus millones de lectores, sus cientos de obras, sino la extraordinaria calidad de sus novelas y relatos».
Fernando R. Lafuente, ABC

«Siempre es un placer leer a Simenon. Y no tanto, o no sólo, por el enigma que se nos plantea, por el misterio pasajero con que urde sus tramas, sino por el modo en que Maigret ordena trabajosamente el mundo».
Manuel Gregorio González, Diario de Sevilla

«Una vez más, en el observador funcionario policial, aflora el conocimiento que Simenon tiene del alma humana —casi sin parangón—».
La Voz de Galicia

«Maigret atrapa a los criminales a base de tesón y de rigor policial, no de intuiciones sobrenaturales, ni de artes marciales, ni de laboratorios que analicen el genoma de la roña de las uñas de los muertos. Es pura virtud de funcionario probo, perspicaz y cabal, respeto por la escala de mando, y sentido de la compasión frente a las debilidades humanas».
Francisco Giménez Gracia, La Opinión de Murcia

«Simenon destaca más por los retratos psicológicos de sus personajes que por la mera acción».
María Teresa Lezcano, Sur

«Un ejercicio de consciencia lleno de realismo».
Ricardo Martínez, El placer de la lectura

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