Yannis Ritsos
Sueño de un mediodía de verano
Traducción de Selma Ancira
Ésta es una de las obras tempranas más bellas de Yannis Ritsos, compuesta en 1938 durante su convalecencia en el sanatorio de tuberculosos de Párnitha. Escrita con un lenguaje llano y claro, nutrido de fecundas imágenes oníricas que remiten a los paisajes, colores, sonidos, aromas y sensaciones de su infancia, el poeta da voz a su angustia personal a la vez que explora las promesas que la exuberancia de la naturaleza le anuncia, bebiendo del surrealismo para romper con la poesía tradicional griega: «Mañana cumple años el sol y el sol tiene nuestra edad […] celebramos que cumplimos años el mismo día que el sol – todos los días».
Colección: Cuadernos del Acantilado, 116
Temas: Humanidades, Narrativa y Poesía / Aforismos
Autor: Yannis Ritsos
Traductor: Selma Ancira
ISBN: 978-84-19036-79-7
Edición: 1ª
Encuadernación: Rústica cosida
Formato: 11,5 x 18 cm
Páginas: 64
Ésta es una de las obras tempranas más bellas de Yannis Ritsos, compuesta en 1938 durante su convalecencia en el sanatorio de tuberculosos de Párnitha. Escrita con un lenguaje llano y claro, nutrido de fecundas imágenes oníricas que remiten a los paisajes, colores, sonidos, aromas y sensaciones de su infancia, el poeta da voz a su angustia personal a la vez que explora las promesas que la exuberancia de la naturaleza le anuncia, bebiendo del surrealismo para romper con la poesía tradicional griega: «Mañana cumple años el sol y el sol tiene nuestra edad […] celebramos que cumplimos años el mismo día que el sol – todos los días».
Comentarios de la prensa
«Aquí se describe con palabras algo que está por encima de las palabras, y como es un libro muy visual su lectura es similar a la contemplación de algunos cuadros».
, Letras Libres
«Hay en este gran poema un canto a las experiencias atesoradas, a la vida exprimida, a estos niños que juegan sin medidas ni fronteras».
El Norte de Castilla
«Sueño de un mediodía de verano es el libro ideal para quienes gusten de las enumeraciones agropecuarias, para quienes piensen que el campo es el lienzo idóneo en el que regodearse en sus innumerables detalles y repeticiones, que nunca son dos veces iguales».
Luis Bravo, El Imparcial