Gregorio Casamayor
Los días rotos
Éste es el relato de siete meses en la vida de Tomás Sepúlveda, un hombre de cincuenta y cinco años prejubilado, casado, con dos hijos en la distancia y el padre en una residencia. Un hombre tan normal que casi parece un estereotipo. Pero a través de sus anotaciones, escritas quizá para llenar las muchas horas que su nueva vida ha dejado disponibles, descubrimos a un personaje intenso, vivo y tan lúcido que sus pensamientos dan testimonio de toda una generación: la de aquellos hombres que sienten como el que más, pero no acostumbran a hablar de ello.
Colección: Narrativa del Acantilado, 311
Autor: Gregorio Casamayor
ISBN: 978-84-17346-36-2
Edición: 1ª
Encuadernación: Rústica cosida
Formato: 13 x 21 cm
Páginas: 320
Éste es el relato de siete meses en la vida de Tomás Sepúlveda, un hombre de cincuenta y cinco años prejubilado, casado, con dos hijos en la distancia y el padre en una residencia. Un hombre tan normal que casi parece un estereotipo. Pero a través de sus anotaciones, escritas quizá para llenar las muchas horas que su nueva vida ha dejado disponibles, descubrimos a un personaje intenso, vivo y tan lúcido que sus pensamientos dan testimonio de toda una generación: la de aquellos hombres que sienten como el que más, pero no acostumbran a hablar de ello.
Entrevistas
Entrevista en Radio Nacional – Juntos paso a paso (19/01/2019)
Comentarios de la prensa
«La forma de diario de esta novela disimula la especie de «road movie» narrativa que es en el fondo. Los días rotos esconde un secreto apenas enunciado. Casamayor nos habla de la vejez, de los efectos del neoliberalismo, de la enfermedad, del amor como epifanía, de la preocupación por los hijos. Todo ello sin una mota de autoconmiseración. Y sobre todo nos habla de la necesidad de ajustar cuentas con uno mismo. Y perdonarse, aunque sea para engañar los remordimientos».
J. Ernesto Ayala-Dip, El País -Babelia
«Gregorio Casamayor escribe muy bien y ha construido, de manera inteligente e intachable, un sólido personaje que, para nuestra desgracia, se parece demasiado a la mayoría de nosotros. Tiene mérito que Casamayor retenga al lector con una especie de diario de un personaje anodino».
Fulgencio Argüelles, El Comercio -Cultura
«Comienzo sorprendente, de los que atrapan. Humor, inteligencia, intensidad. El cuarto libro de Casamayor lo tiene todo».
Enrique Bueres, Revista GQ
«Todos los personajes tienen entidad propia y su granito de arena es indispensable en la historia. No es frecuente encontrarse a personajes tan contundentes y bien construidos como los que habitan Los días rotos».
Andrés Barrero, Libros y Literatura
«Se requieren las facultades que el autor ha empleado para hacer del diario personal de Tomás Sepúlveda algo sustantivamente interesante en su propia cotidianidad».
Félix Población, Periodistas
«Casamayor alcanza, a través de la mirada de Tomás Sepúlveda, un aroma de trascendencia alejado de la afectación que incide en los silencios de nuestras vidas, en las posibilidades a las que no proporcionamos respuesta».
Zenda Libros
«Los días rotos es una novela epistolar de calidad muy superior a las que suelen publicarse en España. La cotidianidad y la humanidad se entrelazan en sus páginas para configurar el retrato de la vida cuando deja de ser vida, de los días cuando pierden la calidad de días. Gregorio Casamayor es un autor que nunca defrauda: hay que leerlo más».
Darío Luque, Anika entre libros
«Gregorio Casamayor presenta una escritura ágil y flexible que te atrapa desde las primeras páginas, siendo un libro que agradecerías que fueran dos. Casamayor confirma que en la vida lenta hay algo que nos sigue fascinando. Porque Tomás puede ser cualquiera, y eso nos encanta».
Álvaro Muñoz, Llegir en cas d’incendi
«Un libro muy recomendable que te engancha, que habla del amor, de la muerte, de la familia, y que a pesar de no vivir situaciones extraordinarias, hace que sientas la curiosidad por adentrarte en la vida y la cotidianidad de una persona que podría ser cualquiera de nosotros».
MrWonderbook
«El autor ha logrado con un estilo pseudoconfesional, aunque todo sea ficción, un texto sumamente adictivo. Y no es la incertidumbre ante el desenlace lo que atrapa al lector; es el relato melancólico de una vida».
Francisco Martínez Bouzas, Brújulas y espirales